El astrolabio era un antiguo instrumento astronómico que permite determinar la posición y altura de las estrellas sobre el cielo. La palabra astrolabio procede etimológicamente del griego ἀστρολάβιον, que puede traducirse como «buscador de estrellas».
El astrolabio era usado por los navegantes, astrónomos y científicos en general para localizar los astros y observar su movimiento, para determinar la hora a partir de la latitud o, viceversa, para averiguar la latitud conociendo la hora. También sirve para medir distancias por triangulación.
Durante los siglos XVI a XVIII, fue utilizado como el principal instrumento de navegación marítima, hasta la invención del sextante, en 1750.
El astrolabio a lo largo de la historia se ha ido perfeccionando y diversificando. De esta forma, nos encontramos con diversos tipos: el astrolabio planisférico diseñado para el cómputo y representación de las posiciones de los astros en una única latitud, el astrolabio universal (válido para todas las latitudes), el astrolabio de Rojas, el astrolabio islámico, el astrolabio marino o náutico empleado en la navegación de los buques y el astrolabio de cuadrante.
Los navegantes del siglo XVI calculaban la latitud, con bastante aproximación, con ayuda del astrolabio náutico, cuadrante y ballestilla, por la observación de estrellas próximas al polo o del Sol a mediodía. La introducción en el arte de navegar de este último método se considera una innovación portuguesa, cuando al navegar por la costa africana dejaron de ver la estrella Polar.
El astrolabio se basa en la proyección estereográfica de la esfera celeste. Consiste, básicamente, en una circunferencia graduada (placa madre o mater) sobre cuyo eje gira una aguja con un punto de mira que se apunta a la estrella elegida.
El borde de la madre, o limbo, muestra una escala graduada en grados y a menudo también otra en horas y minutos. En la parte superior, consta de una argolla de la que se suspende el instrumento en posición vertical para realizar las mediciones.
La parte delantera del instrumento, o faz de la mater, es ligeramente cóncava y en ella se insertan otros dos discos. El interno, llamado tímpano, es una placa fija grabada con las coordenadas de la esfera celeste correspondientes a una latitud concreta, incluyendo el cénit, el horizonte, líneas de altitud, acimut, el ecuador celeste, la eclíptica y los trópicos de Cáncer y Capricornio. El externo, llamado araña o red, es giratorio y representa un planisferio transparente con las posiciones del Sol, la Luna y las estrellas más brillantes del lugar. Sobre la araña, una aguja con visor, la regla se apunta al astro buscado. Dirigiéndola al Sol indica, por el lado del observador, la hora local.
La parte trasera de la madre sirve para saber la altura de una torre, la distancia a esa torre y el símbolo del zodiaco que está ocupado por el Sol. Encima de esta parte sólo gira una aguja, la alidada con dos pínulas o visores para las lecturas.
EL ASTROLABIO NÁUTICO:
"El que quiera tomar el sol con el astrolabio en la mar, se asentará y pondrá cerca del mástil mayor, que es donde la nave da menos vaivenes y está más quieta, y colgando el dedo segundo de la mano derecha de su anillo, pondrá el rostro y el astrolabio frontero del sol derechamente y conocerá que está por la sombrea que el sol, y alzará o bajará el penicidio (alidada) hasta que entre el sol por los dos agujeros de las pínulas y estando así tomará del astrolabio los grados que muestre la punta del penicidio, y hará por ellos las cuentas según las reglas".
Durante la primera mitad del siglo XVI, el astrolabio planisférico, sufrió una serie de adaptaciones progresivas para su uso en la mar, limitándose su función a la medición de alturas exclusivamente. La primera referencia sobre este instrumento, se encuentra en un mapamundi, obra del cartógrafo portugués Diego Ribeiro, fechado en 1529. En él aparece dibujado un astrolabio, cuya principal característica se encuentra en la disposición de las pínulas. Éstas aparecen más juntas sobre la alidada que en los astrolabios tradicionales, con lo que se facilitaba la observación de las alturas del Sol. Sin embargo, todavía no presenta la forma definitiva de este instrumento, ya que aún conserva la escala altimétrica y la madre constituye un cuerpo macizo.
Los navegantes portugueses en un principio se opusieron al uso de este instrumento, pero una vez demostrada su exactitud en la medida de alturas y las mejoras en el manejo, pasaron a ser usuarios incondicionales de dicho instrumento, hasta bien entrado el siglo XVII.
El astrolabio náutico es un instrumento mucho más simple que el astrolabio astronómico o planisférico, ya que su objetivo queda reducido a tomar alturas de los astros, demostrándose así que únicamente podría ser utilizado por los navegantes.
"Este instrumento es el más importante y capacísimo de la astrología y cosmografía de todos los que en las ciencias se han inventado" (Alonso de Chaves 1537). A través de observaciones del sol de día y de las estrellas de noche se obtenía una de las coordenadas posicionales.
Fundamentalmente es un círculo de bronce o latón, aunque en ciertas ocasiones llego a ser construido también de madera, aunque este dio peores resultados debido a su mayor desgaste y degradación.
Constituido únicamente por la madre, eliminadas laminas y tímpano al destinarse únicamente a la medida de alturas, atravesado por cuatro radios, situados a 90 grados uno del otro. La intersección con el círculo del radio situado en los 180 grados, tiene una mayor masa del material en el que se ha construido el astrolabio, o un peso extra a mayores, consiguiendo así un efecto plomada para disminuir la oscilación que el viento o el movimiento del buque puedan imprimirle.
-El diámetro vertical representa la línea zénit-nádir
-El diámetro horizontal la línea del horizonte. En esta línea está situado el grado cero, correspondiendo al grado 90 al zénit.
Los portugueses prefirieron situar el grado 90 en la línea del horizonte, con lo que la cifra señalada por la alidada o medeclina indicaba distancias cenitales en lugar de alturas; de este modo se ahorraba la operación de la resta.
-Dispone además de una anilla o "colgadero" para introducir por ella un dedo y sustentar el astrolabio.
El disco sólido de metal, que constituye el cuerpo, o madre como hemos dicho, se perfora con el objeto de ofrecer una menor resistencia al viento, adquiriendo la forma de una corona metálica o rueda con cuatro radios. Las pínulas se aproximaron para facilitar las observaciones solares. Cabe destacar que esta disposición dificultaba el hecho de dirigir la visual al observar estrellas, poniéndose en evidencia la supremacía dada al método de la altura meridiana del Sol.
En la obra de Martín Cortes también aparece una gran reseña sobre la forma en que ha de usarse el instrumento:
“Debese tornar una plancha de cobre o de latón (que es mejor para esto que otro algún metal) del grandor que quisieres hacer el astrolabio y es el común tamaño que tenga un palmo de diámetro y sea tan grueso como medio dedo por lo menos, porque cuanto más pesado fuere tanto más estará aplomado para tomar la altura; la cual lámina o plancha se ha de arredondar haciendo en ella un círculo; dejando fuera de él salida una esquina en la cual formaremos un asa y en ésta asa haremos un agujero, en el cual, después de trazado el astrolabio, se ha de poner una armilla con un fiel de la cual se ha de colgar el astrolabio para tomar la altura. Después de redonda y hecha el asa, limpia y allanada la Iámina por ambas partes de manera que esté de un gordor y que no pese más el un lado que el otro, lo cual de esta manera examinarás: cuelga la plancha del armilla o agujero que tienes hecho y del mismo agujero cuelga un pinjante de plomo atado en una cerda o hilo delgado de seda y si estando el astrolabio colgado y libres él y el pinjante, el hilo pasare por el centro del astrolabio estará bueno: y si el hilo se apartare del centro hacia uno de los lados, aquel tal lado estará más grueso o pesará más que el otro y habráse de adelgazar hasta que el hilo pase justo por el centro. Hecho esto se ha de hacer un círculo sobre el dicho centro que sea un poco más adentro de la circunferencia del astrolabio; y luego se ha de Ilevar un diámetro desde el centro del agujero en que está el asa al centro del astrolabio atravesando todo el círculo; y llamarse a línea del zénit, la cual se ha de cortar con otro diámetro sobre el centro haciendo con ella ángulos rectos, y Ilamarse ha este diámetro línea del horizonte.
Estos dos diámetros dividirán el círculo en cuatro partes iguales; después haremos otro círculo tanto más adentro del segundo que entre las circunferencias quepan los números de los grados; después reparte la una parte superior y siniestra (estando el astrolabio colgado del asa contra ti) primeramente en tres partes iguales y tendrá cada parte treinta grados; y cada parte de éstas repartirás en tres partes iguales y tendrá a diez grados; y cada una de estas partes en dos partes y tendría a cada cinco grados; después pondrás una regla sobre el centro del astrolabio aplicándola a cada punto que dividen las dichas partes y echarás unas líneas que pasen de la circunferencia del primer círculo a la circunferencia menor: y escribirás en los espacios del círculo menor los números de los grados comenzando en la línea del horizonte: y en aquel espacio pondrás cinco y en el otro diez, etc., hasta que los noventa grados terminen en la línea del zénit. Después los espacios de entre el primero y segundo círculo repartirás cada espacio en cinco que serán los noventa grados. Hecho así el astrolabio se ha de hacer el alidada: para lo cual tomarás una plancha de latón tan ancha como dos dedos escasamente y tan gruesa como la del astrolabio y tan larga como el diámetro del astrolabio y haz una línea por medio de ella según longitud: y en el medio de esta línea haz un círculo tan grande que toque en los lados de esta plancha. Después corta de esta plancha de una parte lo que hay de la línea a la mano derecha y de la otra parte lo que hay de la línea a la mano izquierda, dejando sano el círculo.
Esta línea que pasara por el centro del círculo se dice línea fiducia (que es la que señala en los grados el altura que se toma) después quita las esquinas de esta alidada por la parte de fuera de manera que no toque en la línea fiducia: hanse después de hacer dos pinolas o almenillas de dos tabletas del metal que fuere el astrolabio y del mismo grosor del la alidada poco menos y de anchura del diámetro del círculo del alidada y de alto tengan una pulgada y en el medio de estas dos tabletas según el alto harás una línea. Después que ellas estén igualadas y todos sus péndulos rectos. En cada línea de éstas que hiciste haz dos agujeros que igualmente disten de los cantos de las dichas tabletas; y han de ser los dos agujeros de cada una tableta. El uno grande cuanto quepa un alfiler gordo, y éstos servirán para tomar la altura de las estrellas; y el otro tan sutil cuanto quepa una aguja de labrar, y éstos servirán para tomar la altura del Sol. Hanse de hacer de tal manera que por la parte de fuera sean los agujeros mayores y por la parte de dentro del tamaño que tengo dicho.
Hechas estas tabletas o almenillas se han de soldar en la alidada, entre el centro y extremidades de ella (...) y hanse de asentar de manera que la línea de la almenilla donde están los agujeros caiga sobre la línea fiducia del alidada (...). Asimismo se ha de tener advertencia que el agujero grande de la una almenilla esté enfrente del agujero grande de la otra y no trastocados. Hecho esto, se ha de horadar el astrolabio por el centro (...). Y lo mismo en el centro del círculo del alidada. Después haz un fiel (que es un clavo del mismo latón) que (...) entre justo en el agujero de la alidada y astrolabio (...) de manera que el alidada pueda andar alrededor del astrolabio (...).
EMPLEO DEL ASTROLABIO NÁUTICO.
Para llevar a cabo una descripción del uso del astrolabio por los navegantes de la época de los grandes descubrimientos podremos usar las palabras textuales de cualquiera de los compendios destinados a tal, un ejemplo seria Martín Cortes, Diego Ribeiro, Jorge Juan y otros.
En la obra citada “Breve compendio de la esfera y del arte de navegar” de Martín Cortés Albácar, también aparece una breve reseña sobre la forma en que ha de usarse el instrumento:
“Para tomar la altura del Sol, cuelga el astrolabio de la armilla y pon el alidada contra el Sol, y álzala o bájala en el cuarto graduado hasta que el rayo del Sol entre por el agujero pequeño de la pínula y de preciso en el otro agujero pequeño de la otra pínula. Y entonces mirarás la línea fiducia y cuantos grados señale en el cuarto graduado comenzando de la línea del horizonte, tantos grados tendrán el Sol de altura. Lo mismo harás para tomar la altura de cualquier estrella mirando por los agujeros grandes porque con dificultad se podría ver por los pequeños”.
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