1.- Introducción y campo de aplicación
En este artículo técnico se procederá a explicar una serie de pautas sencillas pero de gran importancia de cara a mantener los lubricantes almacenados en nuestra instalación o buque de manera adecuada.
Cuando nos encontramos con una desviación en los parámetros analizados en las muestras de aceite usado en maquinaria industrial, nuestra primera mirada es de cara a alguna anomalía o mal funcionamiento de nuestros equipos. Sin embargo, y cuando hemos agotado nuestra capacidad de diagnóstico del problema, muchas veces no tenemos en cuenta el estado del lubricante fresco almacenado con el que rellenamos nuestro equipo o motor, la manera en que realizamos los rellenos o cambios y si estamos mezclando aceites incompatibles.
Aun cuando los procedimientos de relleno/cambio del lubricante en una máquina, la selección del correcto tipo de aceite y sus aditivos, etc. son los adecuados, es el estado interior del propio tanque o depósito el que nos puede estar generando el problema.
Cuando nos encontramos con una desviación en los parámetros analizados en las muestras de aceite usado en maquinaria industrial, nuestra primera mirada es de cara a alguna anomalía o mal funcionamiento de nuestros equipos. Sin embargo, y cuando hemos agotado nuestra capacidad de diagnóstico del problema, muchas veces no tenemos en cuenta el estado del lubricante fresco almacenado con el que rellenamos nuestro equipo o motor, la manera en que realizamos los rellenos o cambios y si estamos mezclando aceites incompatibles.
Aun cuando los procedimientos de relleno/cambio del lubricante en una máquina, la selección del correcto tipo de aceite y sus aditivos, etc. son los adecuados, es el estado interior del propio tanque o depósito el que nos puede estar generando el problema.
2.- Descripción del problema
Normalmente controlamos el consumo y el stock o reserva en los almacenes que contienen el aceite lubricante para nuestros equipos, limitándonos solamente a rellenar éstos cuando sus niveles bajan del punto de reorden de pedido que tenemos prefijado en función de la tasa de consumo.
Con este modo de proceder, los tanques y/o depósitos contenedores son rellenados una y otra vez a lo largo del tiempo sin que en ningún momento realicemos un análisis del lubricante almacenado en ellos ni la apertura de los mismos para inspeccionar su estado interno.
En la siguiente imagen se pueden ver parte de los resultados de un análisis del aceite contenido en un tanque almacén de un buque mercante. El contenido en agua del mismo es evidente y el aumento de viscosidad es debido a una reacción entre la incompatibilidad resultante del mezclado de dos tipos de aceite en dicho depósito.
Se han dado casos, sobre todo en el ámbito marino al ser los tanques parte estructural del barco y trabajar éste en un ambiente altamente corrosivo y húmedo, en los que se han encontrado cantidades importantes de agua condensada en su interior y ciertas concentraciones de sales (cloruros o sodio) y contaminantes frutos de la degradación o mal acabado del material que los conforma. En la siguiente imagen se muestra el interior de un tanque almacén de aceite lubricante en el cual la corrosión de las planchas de los mamparos y los refuerzos estructurales del mismo es evidente. Además se aprecia la falta de pintado de los cordones de soldadura.
Hemos de tener en cuenta que un tanque o depósito no es un compartimento estanco al 100%, sino que cuenta con varias salidas y entradas: purgas, tapones de relleno y vaciado, niveles ópticos, sensores de nivel y quizás el gran olvidado y desconocido respiro del tanque, por el cual se introducen la práctica totalidad de los contaminantes atmosféricos ya que es un orificio abierto por el cual el tanque “respira” evitando sobrepresión y vacío.
Con este modo de proceder, los tanques y/o depósitos contenedores son rellenados una y otra vez a lo largo del tiempo sin que en ningún momento realicemos un análisis del lubricante almacenado en ellos ni la apertura de los mismos para inspeccionar su estado interno.
En la siguiente imagen se pueden ver parte de los resultados de un análisis del aceite contenido en un tanque almacén de un buque mercante. El contenido en agua del mismo es evidente y el aumento de viscosidad es debido a una reacción entre la incompatibilidad resultante del mezclado de dos tipos de aceite en dicho depósito.
Se han dado casos, sobre todo en el ámbito marino al ser los tanques parte estructural del barco y trabajar éste en un ambiente altamente corrosivo y húmedo, en los que se han encontrado cantidades importantes de agua condensada en su interior y ciertas concentraciones de sales (cloruros o sodio) y contaminantes frutos de la degradación o mal acabado del material que los conforma. En la siguiente imagen se muestra el interior de un tanque almacén de aceite lubricante en el cual la corrosión de las planchas de los mamparos y los refuerzos estructurales del mismo es evidente. Además se aprecia la falta de pintado de los cordones de soldadura.
Hemos de tener en cuenta que un tanque o depósito no es un compartimento estanco al 100%, sino que cuenta con varias salidas y entradas: purgas, tapones de relleno y vaciado, niveles ópticos, sensores de nivel y quizás el gran olvidado y desconocido respiro del tanque, por el cual se introducen la práctica totalidad de los contaminantes atmosféricos ya que es un orificio abierto por el cual el tanque “respira” evitando sobrepresión y vacío.
A través de dicho respiro entra humedad, polvo en suspensión y demás contaminantes (salitre, agua, etc.). Existen distintos tipos de filtros para instalar en estos respiros, aunque no en todos los casos es factible su colocación, uno de ellos es el ámbito marino, en el cual los respiros de los tanques deben contar con un sistema de flotador que obture la entrada del mismo ante la presencia de agua procedente de la mar. En la segunda de las siguientes imágenes podemos ver un elemento de filtrado y secado para ubicar (roscado) en un orificio de respiro de un depósito o tanque almacén.
3.- Incompatibilidad de lubricantes
Las formulaciones de los lubricantes son más sofisticadas de lo que se puede pensar inicialmente. Lo específico de sus formulaciones es frecuentemente la razón por la cual la incompatibilidad es un problema, aun cuando sean del mismo tipo (aplicación). Los sintéticos a menudo tienen problemas de incompatibilidad cuando se mezclan con aceites minerales, con pocas excepciones. Inclusive, si dos bases lubricantes sintéticas (o una base sintética y una mineral) son compatibles y aceptables para cierta aplicación, ellas pueden aun ser incompatibles debido al paquete de aditivos. Así que, independientemente de la compatibilidad de las bases lubricantes, se deben considerar los aditivos asociados con las bases lubricantes.
Generalmente, un aditivo tiene tres funciones principales: mejorar las propiedades de la base lubricante, eliminar propiedades indeseables en la misma y darle nuevas propiedades a esta base lubricante. Un paquete de aditivos se desarrolla específicamente para un tipo en particular de aceite base, dado que este debe proporcionar una serie de propiedades diferentes para las tareas de lubricación. Dicho esto, se deben tomar precauciones adicionales cuando se trate de aceites con diferentes tipos de bases.
Se debe tener en cuenta que los proveedores de lubricantes pueden lograr características de desempeño similares en una gran variedad de formas. Si se realiza un cambio entre diferentes marcas, pero los lubricantes son del mismo tipo, podrían presentarse problemas de compatibilidad con los aditivos. La mayor parte de la incompatibilidad entre los aditivos se debe a una reacción química que da lugar a una mayor degradación o a neutralización. Esto conduce a una pérdida o alteración en la funcionalidad de los aditivos, así como la formación de subproductos indeseables. En la siguiente imagen se muestra una degradación de dos lubricantes al ser mezclados en el tanque almacén que los contenía. Ambos lubricantes pertenecían al mismo fabricante y los aceites base eran iguales, sin embargo los paquetes de aditivos eran distintos. Seguramente en este caso la presencia de agua debido a la condensación de la humedad contenida en el espacio libre del tanque (punto de rocío) favoreció esta degradación formando un lodo espeso cuyos arrastres al sistema de llenado de las máquinas que lo consumían provocaban la obturación de los filtros de manera frecuente, acarreando no solo un problema de lubricación sino también de aumento de costes de explotación.
La compatibilidad debe ser tomada en cuenta más allá de los dos tipos de lubricantes. Por ejemplo, incluso si un aceite sintético desempeña su función de lubricación efectivamente, se puede estar presentando un problema de compatibilidad con los materiales utilizados en el sistema, como son los sellos. Por lo tanto, el material de los sellos y cualquier otro problema potencial de incompatibilidad entre ciertos tipos de bases lubricantes debe ser tomado en cuenta antes de seleccionar el lubricante para la maquinaria.
En conclusión, nunca se debe presuponer que dos aceites sean compatibles, independientemente de su aplicación. Aunque pueden ser compatibles, deben ser procesados con la debida diligencia antes de que puedan ser mezclados. Si no se está seguro de su compatibilidad, se deberá realizar un lavado (flushing) utilizando las mejores prácticas para asegurarse que se ha hecho todo lo posible por eliminar todo el remanente del aceite usado anteriormente.
Generalmente, un aditivo tiene tres funciones principales: mejorar las propiedades de la base lubricante, eliminar propiedades indeseables en la misma y darle nuevas propiedades a esta base lubricante. Un paquete de aditivos se desarrolla específicamente para un tipo en particular de aceite base, dado que este debe proporcionar una serie de propiedades diferentes para las tareas de lubricación. Dicho esto, se deben tomar precauciones adicionales cuando se trate de aceites con diferentes tipos de bases.
Se debe tener en cuenta que los proveedores de lubricantes pueden lograr características de desempeño similares en una gran variedad de formas. Si se realiza un cambio entre diferentes marcas, pero los lubricantes son del mismo tipo, podrían presentarse problemas de compatibilidad con los aditivos. La mayor parte de la incompatibilidad entre los aditivos se debe a una reacción química que da lugar a una mayor degradación o a neutralización. Esto conduce a una pérdida o alteración en la funcionalidad de los aditivos, así como la formación de subproductos indeseables. En la siguiente imagen se muestra una degradación de dos lubricantes al ser mezclados en el tanque almacén que los contenía. Ambos lubricantes pertenecían al mismo fabricante y los aceites base eran iguales, sin embargo los paquetes de aditivos eran distintos. Seguramente en este caso la presencia de agua debido a la condensación de la humedad contenida en el espacio libre del tanque (punto de rocío) favoreció esta degradación formando un lodo espeso cuyos arrastres al sistema de llenado de las máquinas que lo consumían provocaban la obturación de los filtros de manera frecuente, acarreando no solo un problema de lubricación sino también de aumento de costes de explotación.
La compatibilidad debe ser tomada en cuenta más allá de los dos tipos de lubricantes. Por ejemplo, incluso si un aceite sintético desempeña su función de lubricación efectivamente, se puede estar presentando un problema de compatibilidad con los materiales utilizados en el sistema, como son los sellos. Por lo tanto, el material de los sellos y cualquier otro problema potencial de incompatibilidad entre ciertos tipos de bases lubricantes debe ser tomado en cuenta antes de seleccionar el lubricante para la maquinaria.
En conclusión, nunca se debe presuponer que dos aceites sean compatibles, independientemente de su aplicación. Aunque pueden ser compatibles, deben ser procesados con la debida diligencia antes de que puedan ser mezclados. Si no se está seguro de su compatibilidad, se deberá realizar un lavado (flushing) utilizando las mejores prácticas para asegurarse que se ha hecho todo lo posible por eliminar todo el remanente del aceite usado anteriormente.
Mezclar lubricantes en cualquier sistema o máquina puede causar problemas tanto para los lubricantes mismos como para los equipos, entre ellos encontramos:
- Incompatibilidad entre los aceites base, comúnmente encontrados cuando se hacen cambios entre minerales y algunos sintéticos.
- Expansión o encogimiento de sellos, usualmente como resultado de cambios de aceites base, que llevan a posibles fugas y fallos de los sellos.
- Incompatibilidad entre paquetes de aditivos. Aquí los problemas tienen que ver con precipitación de aditivos, pérdida de desempeño anti-desgaste, pérdida de propiedades demulsificantes, reducción de estabilidad a la oxidación y la pérdida de estabilidad de almacenamiento al mezclar lubricantes en los tanques.
4.- Precauciones a tomar (acciones preventivas)
A continuación se expone una lista de precauciones o acciones preventivas a llevar a cabo para evitar en la medida de lo posible la contaminación y degradación de los aceites lubricantes almacenados.
- Comprobar la compatibilidad de los aceites base.
- Evitar la mezcla de aceites ya que puede derivar en una incompatibilidad de los mismos. En el caso de tener que mezclar lubricantes distintos se debe solicitar al suministrador un test de compatibilidad entre los mismos. En dicho test se comprueba: capacidad de filtrado de la mezcla, estabilidad de almacenamiento, niveles de opacidad, etc.
- Compatibilidad de los paquetes de aditivos.
- Emplear siempre un carro de filtrado para evitar los arrastres de emulsiones y contaminantes desde los tanques de almacenaje a las máquinas y equipos.
- Purgar el agua periódicamente.
- Mantener los depósitos y tanques con los niveles más altos posibles para evitar la condensación de la humedad (punto de rocío).
- Tomar muestras, de manera periódica, de los tanques y depósitos almacén para enviar al laboratorio para comprobar su estado.
- Incluir todas estas operaciones e información en nuestro sistema de mantenimiento programado.
- Formar al personal encargado del mantenimiento y conducción de los equipos y maquinaria de nuestra planta o buque.
Siguiendo todas estas pautas no solo se logrará alargar la vida de las instalaciones y máquinas, sino que se evitarán averías inesperadas y se conseguirá una reducción de costes al aumentar la fiabilidad de equipos, disminuir las acciones correctivas y aumento de la vida de los sistemas de filtrado, los cuales en algunos casos representan un gasto importante.
AUTOR:
- Santiago Rey García (Jefe de Maquinas y profesor en Technical Courses)CURSOS DE FORMACIÓN RELACIONADOS:
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