El 2 de noviembre de 1892 el
moderno acorazado HMS HOWE encallaba
en la entrada de la ría de Ferrol durante una visita de cortesía.
El “HMS Howe”
acorazado de la clase “Admiral” (la cual estaba compuesta por
6 unidades), fue botado el 28 de abril de 1885, por lo que cuando sufrió el
incidente en Ferrol solamente tenía 7 años. El buque tenía un
desplazamiento estándar de 10.600 toneladas, con una eslora de 99m, manga
20,73m y un considerable calado de 8,48m. Iba propulsado por máquinas
alternativas de vapor, desarrollando una potencia de 11.500HP, que accionaban 2
hélices y podía alcanzar una velocidad máxima de 17 nudos. El combustible era
carbón, del que podía cargar unas 1200 toneladas, que le proporcionaban una
autonomía de 3000 millas
náuticas.
Los hechos se sucedieron según la siguiente historia:
Una escuadra al mando del Vicealmirante Fairfax con insignia en el acorazado “Royal Sovereign” zarpa de La Coruña a las diez de la mañana del 2 de noviembre de 1892 con rumbo a Ferrol.
La escuadra estaba formada, además del citado “Royak
Sovereign”, por los acorazados “Anson” “Howe” y “Rodney”
de la clase “Admiral”, el crucero “HMS Bellona”
y un aviso que se dirigió a Gibraltar.
Por lo visto, los Británicos por
aquel entonces dueños y señores de todos los Océanos del mundo, no admitían
prácticos a bordo de sus buques de guerra, queriendo demostrar con este gesto
su supremacía marítima, y fiándose exclusivamente en las cartas de navegación
para decidir las derrotas. Pero Ferrol era mucho Ferrol y la entrada en la ría
no era tan fácil como ellos creían.
A continuación la escuadra
maniobraba para entrar en la Ría en línea de fila, pero el "Royal Sovereign" se acercó excesivamente a la costa y al
llegar cerca del saliente del Vispón, a causa de la baja velocidad mantenida y
de la fuerza de la marea entrante casi en su repunte, tocó en los bajos de
Pereiro aunque rápidamente maniobró para separarse.
Probablemente el “Howe”,
que venía siguiendo inmediatamente detrás la misma derrota a una distancia de
dos cables (200 brazas, unos 370
metros) moderó aún más la marcha siendo afectado en
mayor medida por la corriente de entrada llevándolo sobre los bajos y tras
rozarlos terminó varando de popa.
En este punto la actividad abordo se vuelvió frenética lanzándose la tripulación a maniobrar según las órdenes del capitán Hestugs, comandante del buque, intentando ponerlo a flote dando toda la máquina hasta que adquirieron el convencimiento de la inutilidad del esfuerzo.
El choque abrió unas grandes vías de agua y se dudó de la posibilidad de salvación o si estaba definitivamente perdido aunque renació la esperanza cuando, con graves averías en el pantoque de babor, se tumbó hacia estribor al descender la marea zafándose de las piedras los tres compartimentos afectados.
El reconocimiento efectuado por los buzos los días 7 y 8 revelaron dos boquetes alargados, uno de más de 5 metros y otro más pequeño.
El Almirantazgo confió el poner el buque a flote a una
compañía de salvamento que lo logró tras varios meses de trabajo. En la operación de reflotado tuvo
que aligerarse el acorazado en todo lo posible descargándose unas 1.500
toneladas. Para ello se desmontaron las cuatro piezas de 305 con un peso total
de 268 toneladas.
Una vez se consiguió reflotar el buque, este fue remolcándo hasta el dique de San Julián (o de la Campana) en el Arsenal de Ferrol,
para su reparación.
Los orgullosos Británicos para no tener que reconocer su nefasta habilidad
maniobrera entrando en Ferrol, informaron a través del The Illstrated
London News que el incidente era debido a defectos de las cartas de
marear españolas y vehementemente llegaron a afirmar que las cartas iban a ser
corregidas, cuando la realidad es que estaban exactas:
“El Gobierno español ha dispuesto un nuevo estudio del canal para corregir las antiguas y erróneas cartas”
El Imparcial. Madrid, 4 de noviembre de 1892.
Pérdida de un acorazado (Por telégrafo)
Encallado en el Ferrol
Coruña 3 (3’50 tarde: Urgente).- El acorazado inglés Howe, que manda el comandante ……., encalló ayer a las once y media de la mañana en el bajo Pereiro, ría de Ferrol, cerca del Castillo de la Palma, abriéndose dos vías de agua y dejando el barco sin esperanza de salvación.
La escuadra inglesa iba al Ferrol desde Coruña con el exclusivo objeto de saludar su almirante al capitán general del departamento.
Petición de socorros
Coruña 3 (3’50 tarde).- Inmediatamente que se conoció el accidente, el almirante de la escuadra inglesa telegrafió al almirantazgo y al embajador de Inglaterra en Madrid.
El almirantazgo inglés ha enviado varios remolcadores que llegarán mañana a Ferrol.
Una goleta de guerra española y las bateas del arsenal proceden activamente a descargar el acorazado de sus cañones y municiones. El Howe tiene sumergida completamente la proa y dos metros fuera del agua la popa.
Afortunadamente no ocurrieron desgracias personales.
Pérdida de un acorazado (Por telégrafo)
Encallado en el Ferrol
Coruña 3 (3’50 tarde: Urgente).- El acorazado inglés Howe, que manda el comandante ……., encalló ayer a las once y media de la mañana en el bajo Pereiro, ría de Ferrol, cerca del Castillo de la Palma, abriéndose dos vías de agua y dejando el barco sin esperanza de salvación.
La escuadra inglesa iba al Ferrol desde Coruña con el exclusivo objeto de saludar su almirante al capitán general del departamento.
Petición de socorros
Coruña 3 (3’50 tarde).- Inmediatamente que se conoció el accidente, el almirante de la escuadra inglesa telegrafió al almirantazgo y al embajador de Inglaterra en Madrid.
El almirantazgo inglés ha enviado varios remolcadores que llegarán mañana a Ferrol.
Una goleta de guerra española y las bateas del arsenal proceden activamente a descargar el acorazado de sus cañones y municiones. El Howe tiene sumergida completamente la proa y dos metros fuera del agua la popa.
Afortunadamente no ocurrieron desgracias personales.
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