El Infanta María Teresa fue un crucero acorazado de la Armada Española que entró en servicio en Bilbao (España) en 1893 y fue hundido en Santiago de Cuba en 1898 durante la batalla naval de Santiago de Cuba. Reflotado por los estadounidenses el 24 de septiembre de 1898, se hundió definitivamente en Cat Island (Bahamas) el 1 de noviembre de 1898.
El Infanta María Teresa fue el buque insignia de la Escuadra del Almirante Cervera durante la Guerra de Cuba.
Estos buques, catalogados como cruceros protegidos de 1ª clase, eran también catalogados como cruceros acorazados por otras marinas, ya que, pese a su escaso desplazamiento (6 890 t),
su protección (cinturón blindado de 305–254 mm y barbetas 229 mm) era
muy superior a la habitual en los cruceros protegidos (de 70 a 152 mm,
salvo excepciones).
Buques excelentes sobre el papel, aunque con una acusada debilidad en
la superestructura donde se asentaba toda la batería media, en la
práctica y debido especialmente al secular retraso de la industria
española acabaron quedando por debajo de lo esperado de ellos.
Un estrecho cinturón blindado cubría las dos terceras partes de la
línea de flotación en el centro del buque, con la cubierta blindada
plana sobre el cinturón, pero curvándose hacia abajo en los extremos,
con un glacis inclinado blindado sobre la sala de máquinas. Se colocaron
anchas carboneras sobre el cinturón, con un grupo de carboneras más
estrechas a los lados de la sala de máquinas por debajo de la línea de
flotación. Tenían su mayor debilidad en sus altas bandas, donde se
situaban las piezas de medio y pequeño calibre sin más protección que
las que les proporcionaban los manteletes de las piezas y el propio
costado del buque, dejando desprotegidos a los sirvientes de las
baterías.
Como todos los buques de guerra de la época, a pesar de estar
construidos en acero aún utilizaban profusamente la madera tanto para
elementos decorativos como en mobiliario, las cubiertas y los aparejos,
haciendo al Infanta María Teresa y sus otros compañeros de flota seriamente susceptibles al fuego.
BATALLA NAVAL DE SANTIAGO DE CUBA:
Por diversas razones, en la madrugada del 3 de julio algunas unidades
estadounidenses habían abandonado su posición de bloqueo, por lo que la escuadra española compuesta por un crucero
acorazado (Cristóbal Colón) sin su armamento principal colocado, tres cruceros protegidos (Infanta María Teresa, Vizcaya y Almirante Oquendo, los tres de la misma clase) y dos modernos destructores contratorpederos (Plutón y Furor, de la clase Furor ambos) se enfrentaban a cuatro acorazados modernos (USS Texas, similar al Maine, USS Iowa, USS Indiana y USS Oregon, estos dos últimos de la misma clase), dos nuevos cruceros acorazados (USS Brooklyn y USS New York; este último regresó justo a tiempo para participar en el final de la batalla), un cañonero (USS Ericsson) y tres cruceros auxiliares (USS Gloucester, USS Resolute y USS Vixen; el primero fue anteriormente el yate de J. P. Morgan conocido como Corsair,
el segundo era un mercante reconvertido, y el tercero, un yate armado
que fue propiedad del financiero Peter Arrell Brown Widener).
Cervera, convencido de su inferioridad, decidió salir a primeras horas del día, el 3 de julio, navegando hacia el oeste y pegado a la costa para salvar el mayor número de vidas posibles. La decisión del almirante de partir para el combate con luz diurna se fundamentó en su preocupación por la seguridad de sus barcos. Esta decisión era, militarmente hablando, la peor de todas las posibles, pues probablemente una salida nocturna o en un día de mal tiempo hubiese evitado la destrucción total de la flota. Además, la estrechez del canal de salida del puerto obligó a los barcos a navegar uno tras otro.
Siguiendo las órdenes especificadas por Cervera, los buques españoles salieron en orden decreciente de tamaño y potencia de fuego. Así, la escuadra española salió de puerto encabezada por el buque insignia Infanta María Teresa, en el cual se encontraba embarcado el propio Cervera. Los barcos dejaron el puerto a intervalos demasiado largos y siguiendo todos la misma ruta.
Cervera dirigió su buque insignia hacia el buque estadounidense más cercano, el Brooklyn.
Al observarlo el comodoro Schley, que se encontraba a bordo, hizo que
éste diera media vuelta y se alejara para evitar un hipotético intento
de espoloneamiento. Al comprobar que el Infanta María Teresa no intentaba dicha maniobra, sino huir, ordenó al Brooklyn regresar a la posición original, momento en el cual estuvo a punto de colisionar con el Texas. Ambos buques estadounidenses pudieron rodear y cañonear a la vez al Infanta María Teresa, que fue atacado en desigual batalla de un único buque contra casi toda una escuadra.
Al Infanta María Teresa lo siguieron en la salida el Vizcaya y el Cristóbal Colón,
que se alejaron intercambiando disparos a larga distancia. Por ello, el
fuego de la toda flota estadounidense se centró sobre el siguiente
buque en salir: el Almirante Oquendo.
Los últimos barcos en abandonar el puerto fueron los pequeños y rápidos destructores de Villaamil, Furor y Plutón, que sufrieron importantes daños en poco tiempo; con su pequeña artillería poco pudieron hacer contra el enemigo. El Plutón se hundió rápidamente. A bordo del Furor,
murió Villaamil intentando subir a la torreta del cañón de proa para
disparar contra los estadounidenses. Una vez liquidados los
destructores, la escuadra americana persiguió al Vizcaya hasta dejarlo también fuera de combate.
El Cristóbal Colón, la unidad más rápida y moderna de la flota
española, se alejaba a toda máquina. Y hubiera quizá escapado si no se
le hubiera agotado el carbón inglés de alta calidad, por lo que debió
proseguir viaje con carbón cubano, de menor poder calorífico. Esto le
hizo perder sustancialmente velocidad y la ventaja obtenida hasta el
momento. Pese a que no recibió grandes daños gracias a su blindaje, su
comandante, al ver que no podía escapar, decidió embarrancarlo. Los
estadounidense pensaron que la actitud del Cristóbal Colón de
huir sin siquiera combatir era debida a la cobardía, y solo después de
la batalla supieron que el barco no tenía instalados todavía su
artillería principal u otros armamentos y por lo tanto poco podía hacer.
Todos los grandes cruceros, tras ser alcanzados por el fuego enemigo,
aguantaron suficiente tiempo a flote como para ser embarrancados cerca
de la costa sin hundirse, por lo que todos sus mandos y muchos de sus
oficiales y marineros sobrevivieron a la batalla. Por el contrario, los
pequeños destructores sufrieron daños más graves. BUQUES ESPAÑOLES:
ESCUADRA ESPAÑOLA EN CUBA 1898 Contraalmirante Pascual Cervera | |||
Clase | Nombre | Tonelaje | Art. Principal |
Crucero Acorazado | TERESA | 7.000 | 2x280 y 10x140 |
Crucero Acorazado | OQUENDO | 7.000 | 2x280 y 10x140 |
Crucero Acorazado | VIZCAYA | 7.000 | 2x280 y 10x140 |
Crucero Acorazado | COLÓN | 6.840 | 10x52 y 6x120 |
Caza Torpedero | FUROR | 450 | 2x75 y 2TLT |
Caza Torpedero | PLUTÓN | 450 | 2x75 y 2TLT |
TLT: Tubo Lanza Torpedo |
BUQUES NORTEAMERICANOS:
ESCUADRA ESTADOUNIDENSE EN CUBA 1898 Contraalmirante William T. Sampson | |||
Clase | Nombre | Tonelaje | Art. Principal |
Acorazado | INDIANA | 10.288 | 4x330 y 8x203 |
Acorazado | OREGÓN | 10.288 | 4x330 y 8x203 |
Acorazado | IOWA | 11.410 | 4x305 y 8x203 |
Acorazado | TEXAS | 6.315 | 2x305 y 6x152 |
Crucero Acorazado | BROOKLYN | 9.215 | 8x203 y 12x102 |
Crucero Acorazado | NEW YORK | 8.200 | 8x203 y 12x102 |
Torpedero | ERICCSSON | 120 | 3 TLT |
CONTRAMAESTRE CASADO:
D. José Casado, contramaestre de
la Armada. Nació en Mugardos el 9 de Octubre del año 1876. Falleció el día 20
de Julio del año 1915, a consecuencia del traumatismo mortal recibido por la
rotura de una estacha del Acorazado España en el dique Reina Victoria.
El contramaestre casado, después
del Combate del 3 de Julio de 1898 con catorce heridas y el cuerpo totalmente
ensangrentado, este hombre que había llegado a tierra, se volvió a echar al
agua para acceder al crucero acorazado “Infanta María Teresa” incendiado y con
explosiones por todas partes con objeto de auxiliar a un herido que precisaba
ayuda. Los hechos sucedieron tal y como se describe a continuación:
FUENTES:
1- Wikipedia (diversas fuentes)
2- Museo Naval de Ferrol (visiones de Ferrolterra)
3- Contramaestre Casado (visiones de Ferrolterra)
4- Museo Naval de Ferrol (Tecnologia Maritima)
5- Barcos de la Real Armada Española
1- Wikipedia (diversas fuentes)
2- Museo Naval de Ferrol (visiones de Ferrolterra)
3- Contramaestre Casado (visiones de Ferrolterra)
4- Museo Naval de Ferrol (Tecnologia Maritima)
5- Barcos de la Real Armada Española
Lo que aqui no se dice es que el Almte Cervera, conociendo la increible desventaja en blindajes y armamentos que tenia con la armada yankee propuso al gobierno español hundir sus barcos en el puerto y desembarcar su marineria para pelear como infantes. Le fue denegado el permiso con la orden: "Salga V.E. inmediatamente" Resultado 500 bajas españolas contra 1 muerto estadounidense
ResponderEliminarLa lógica hubiese sido no dejarse atrapar en Santiago. Una vez atrapado, la lógica era salir de noche, o bien poco antes de anochecer. Argumentación de Cervera, no, porque habría más bajas (derrotismo continuo desde antes de su salida de Cabo Verde). Cinismo puro, porque no le importó lo más mínimo desembarcar 1000 de sus marinos para combatir en tierra. Y ni siquiera se le ocurrió desembarcar en apoyo de esa marinería las ametralladoras o piezas de tiro rápido que llevaban los cruceros acorazados (como por ejemplo hicieron los rusos en el asedio de Puerto Arturo). Vamos el verdero resposable fue Cervera, no los políticos ni Blanco. Y el supervisó en la década de los 90 los buques que luego denigró. O por su absoluta indiferencia ante el entrenamiento de us tripulantes ¡¡entre 4 y 8 impactos de mediano calibre sobre los buques enemigos, combatiendo en alcance de piezas de 57 y 37mm!
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